Es una sencilla intervención que permite corregir la forma de la nariz obteniendo notables resultados. Puede ser reductiva o aumentativa. Su objeto es conseguir una nariz que armonice con el rostro del paciente.
Se puede realizar con anestesia local cuando sólo deben corregirse la punta nasal y la zona cartilaginosa. El dolor es poco frecuente y no quedan cicatrices.