Limpieza, hidratación, nutrición, protección y regeneración de la piel; tanto de las pieles jóvenes como de las envejecidas, y en los casos de trastornos como la seborrea, el acné, la cuperosis, las pigmentaciones, la sequedad, descamación…
Se realiza principalmente en cara y cuello, pero también en el cuerpo o en el cuero cabelludo.